El Padre Benito Viñes es considerado el primer científico que estudio seriamente los ciclones tropicales. Aunque era originalmente de España, vivió por un tiempo considerable en Puerto Rico y en La Habana, Cuba.
Fue el padre jesuita Benito Viñes (Cataluña, 1837-La Habana, 1839) quien descubrió la primera ley sobre el anticiclon del Caribe, sentando así un hito en la historia de estas investigaciones en el mundo y dejando a la posteridad un testimonio sin precedentes sobre este tipo de fenómenos meteorológicos.
La Ley de Viñes es considerada como indispensable para el estudio de los ciclones tropicales, un terreno cuyas investigaciones no se desarrollaron hasta bien el siglo XX.
En este contexto debemos analizar las Leyes Viñes, que divide en las dos Leyes de Circulación y las seis de la Traslación Ciclónica.
La primera de la Circulación viene a decir que en nuestro hemisferio la rotación ciclónica siempre es en el sentido contrario al de las agujas del reloj.
En la segunda Ley, relaciona la latitud en que el ciclón recurva con la fecha de la estación, de manera que en las latitudes mayores corresponden a agosto, seguidas de julio y septiembre, y las latitudes mas bajas a principio de junio o ultima decena de octubre.
La tercera Ley completamente la anterior y se refiere a la dirección normal de las trayectorias en diferentes fechas y latitudes, y se sintetiza en un cuadro de doble entrada de fechas y direcciones normales de los huracanes.
La cuarta ley asimismo complementa la dos anteriores y viene a establecer las rutas generales o zonas geográficas que recorren los huracanes de las Antillas según los meses.
Las dos ultimas leyes contemplan las velocidades de traslación de los ciclones. Así, la quinta formula de esta manera: " En la primera rama de la trayectoria, la velocidad de traslación suele ser ligeramente creciente. en las inmediaciones de la recurva, modera la tormenta su velocidad, que adquiere un minimum en la recurva. Finalmente, la velocidad de traslación es rápidamente creciente en la segunda rama, y llega a adquirir un maximum de mas de 30 y 40 millas por hora".
Y finalmente la sexta ley establece que: En parábolas abiertas la velocidad de traslación en la recurva disminuye poco; mientras que en parábolas cerradas, el ciclón queda algunas veces poco menos que estacionario en la recurva y sus inmediaciones.
CF. LENNYS G. TEJADA BETANCOURT, APORTES DE LA IGLESIA A LA HUMANIDAD,2011.
Comentarios
Publicar un comentario